-Poeta & Escritor-
Ces Le Mhyte
Océano en la Ciudad
Por Ces Le Mhyte
Lo que queda.
Después de la batalla, después del diluvio, algo persiste, nos signa y no termina de constituirnos. Se suele luchar contra ese algo, como semidioses, en la suprema condición de creernos a salvo del tiempo.
De una obra a otra, me recuerda estos versos:
Arrastra la mirada
todo lo que el viento toca
no necesita el aire
de la fuerza del Pensamiento
quizás lo creado no haya sido pensado.
Y, sin embargo,
una piedra golpea la puerta
se anuncia la muerte
de las grandes preguntas.
(Ces Le Mhyte, La huella del erizo, página 89)
Un principio, un comienzo fragmentario hace de Océano la indagación sobre el Arca.
Hay múltiples arcas, pero pocas permiten cuestionar (se) lo sagrado.
El triunfo de la Poesía, la obra pictórica de Gabriela Amorós Seller, narra lo que queda tras la creación y que sin eso mismo no se puede nombrar, mundar ni mundanar.
Nietzsche en El nacimiento de la tragedia hizo su cuestionamiento, entre otros, ético-político de los pares binarios en la creación. El arca rusa de Alexander Sokurov, un film intenso, cuestiona los valores ético-políticos en la constitución de los nombres sagrados, la copia y originalidad estética respecto de la identidad incluso.
Jacques Derrida en El monolingüismo del otro habla, entre otros temas y subtemas, de la falsa creación cuando una cultura arrasa con otra, desterrando la importancia de lengua materna.
Creo que algo de todo esto se puede apreciar en esta puesta teatral y performática dirigida por la talentosísima Adriana Barenstein.
Una pareja de otro tiempo, traída por la marea o el recuerdo de ella, guía el acontecimiento que está siendo en todo momento; tratando de indicar algo que se escapa a la palabra, al discurso, a las tensiones que fluctúan debajo de él. No sin antes treparse, la pareja, representada desopilantemente por Sergio Pletikosic y Mariana Bellotto, en las rejas de otra institución, quietos, congelados, logrando ser-matiz de una pintura, un cuadro, un recorte estético sostenido por el soplo del silencio. Silencio que enmarca otro rostro de la creación.
Haciendo trastabillar lo verdadero pero también lo falso, lo aceptado, lo aceptable y lo inaceptable, en los engranajes de la memoria y la identidad.
Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo
Frase de Ludwig Wittgenstein que resuena ya sobre el escenario principal. Palabras que de nuevo traen de recuerdo otras:
Quizás lo creado no haya sido pensado
Pero persistimos. Algo queda por saber y las ansias de aprehensión abruman, incluso ante la figura poética que, pasando de lo inanimado a lo animado, de maniquí en vidriera a chica de playa, nos trae la contracara del saber: la belleza. La belleza en sí misma, que dobla las máscaras del olvido y nos hace atender incluso hacia el dolor.
Io no sonno arte conceptuale
ni arte contemporáneo
Io sonno una simple donna italiana
En la dulce, cómica e impostada voz que compone Florencia Cima la búsqueda de lo Absoluto se hace superfluo.
No se alcanza el habla
con las ruinas de lo que queda,
pero señalar lo innombrable
con todo el resto de la lengua
abre un fragmento de luz.
(Ces Le Mhyte, La huella del erizo, página 30)
¿Cosa c'è? ¿Qué ahí?
Halo lumínico la musicalidad que nace, suave, desde lo hondo de la pregunta por lo que queda en el tiempo. Ingenua, querible, tierna la pregunta que incluso en su propio cuerpo la actriz parece representar, sólo nos deriva hacia la fragilidad del ser ante la imposibilidad de certezas insondablemente resolutivas.
Fragilidad como condición de la existencia que, quizás, sólo el arte puede redimir. Redención que excede los bordes de los anillos entrelazados de realidades y ficciones.
Ceremonia inacabable. Sin orillas. Puro oleaje.
Marcados por el exilio, se busca en las obras, o no, el refugio ante el peso de las cosas.
Refugios no exentos de subsistir mediante la transgresión, el traspaso irreverente a obra misma. Siempre cambiante.
En el principio todo es movimiento,
un fuerte tembladeral de aguas
que de los despojos hace un artefacto.
Desde el comienzo,
somos huellas del Arca
sintiendo otras Arcas dentro nuestro.
Sábado 29 de Octubre de 2016
Centro Cultural Borges
Ficha Técnica
Elinor: Florencia Cima
performer: Sergio Pletikosic
Performer invitada: Mariana Bellotto
diseño sonoro y música original: Juan Pablo Amato
Video: Daniel Bernasconi
Diseño de luces: Nico Lisera Vidal
Diseño gráfico: Lía Parsons
Dirección: Adriana Barenstein