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El círculo de Tiza Caucasiano

Por Ces Le Mhyte

La militarización de los conceptos. Ni el sarcasmo ni el humor escapan de ella.

Pareciera que  es un tipo de mal que lo corrompe todo, radicando la fuerza de su poder en el hábito y la costumbre.

Habría que reflexionar más a fondo sobre el problema del mal en la literatura, la filosofía y el teatro, como bien lo merece la figura de Bertolt Brecht, no obstante por lo pronto baste señalar tres componentes del mismo: Poder, corrupción y acuerdo o pacto tácito.

Quiérase o no, consciente o inconscientemente, las sociedades suelen ser arrastradas  por estos básicos elementos constitutivos de la opresión.

Cómo emergen y cómo proceden cada uno de estos elementos, son representados de muy buena forma en esta nueva puesta del clásico del célebre dramaturgo e intelectual que cuenta, además, con la dirección de un especialista brechtiano: Manuel Iedvabni.

 

Pero en todo momento resalta la decadencia nihilista que conlleva esta militarización de los términos, las formas, las ideas. Decadencia que absorbe, obviamente, el mundo de la justicia y la ética.

Orden, cargo,  rango, autoridad, valor, castigo, pena, conveniencia, riesgo, retroceso, exilio, absolución, acecho, embuste, vigilancia, disputa, puntería, proyección, ejecución, desfile, sospecha, entre tantas otras, consolidan las bases de la servidumbre en pos de una extraña y retorcida comunicación de la existencia, de su estar-con.

 

Como una fábula de Disney, más aún, como una fábula distorsionada y fuera de sí, el movimiento de los personajes de la obra, con mucha intensidad y entrega, gira alrededor de una narradora que, a pesar de su testimonio, se involucra casi plenamente en la modificación de los cuerpos escénicos, que a su vez generan la amplitud espacio-temporal.

Narradora que canta. Al fin y al cabo, con gran carisma y ángel, Lucía Baya Casal es músico y cantante que deslumbrantemente guía los acontecimientos.

Con muy buen vestuario que rescata la marcada jerarquización de clases, realizado por Patricio Delgado y Susana Hidalgo, cambiables de acto a acto, el coro sabe cómo mantener el suspenso teatral que Baya Casal instaura.

 

Desencanto, dolor, traición, codicia, venganza, desamor, deseo, ambición, esperanza, son aristas que están presentes en esta adaptación. Sin embargo, hay algo que sobresale, un hecho cotidiano, muy significativo: Lo que el ser cree que se dice o se piensa de sí, estableciendo redes y subredes de comunicación basados en esta suposición. Suposición que suele fundamentar la impronta de una ideología.

Suposición y fundamentación, mezclados entre sí, elevan el absurdo del triunfo de la militarización  antes mencionada.

No se debe confundir este hecho sumamente significativo  con que la puesta teatral aborde el absurdo; sino que dentro de la cruel fábula se lo bordea, es decir, se muestra cómo opera un submundo de contradicciones adrede, a conveniencia. Y esa conveniencia tiene el claro objetivo de destruir sentidos.

 

Esta es la denuncia sutil, la tela más fina que la mirada brechtiana, no de Brecht, quiere rasgar. Roer el hueso más duro de la historia constitutiva de un pueblo, de las comunidades, del encuentro entre seres que disputan por reconocerse en el otro.

Desde la periferia al centro, la eterna búsqueda de la identidad. Una X constante que corta los anillos del saber. X representada, en este caso, como fetiche cultural (que otra cosa puede simbolizar ese muñeco semi peluche tironeado por la política, la religión, la academia, la justicia, los ricos, los pobres).

Quizás, en el fondo, se trate de a-poderarse de los misterios de la creación cayendo en los epifánicos horrores de siempre. Quizás,  nada  sea cierto, todo esto no sea más que la tembladeral visión de un receptor ciego y  escribiente.-

                                                                                                   Sábado 5 de Noviembre de 2016

                                                                                                                                                Galpón Artístico de Caballito

Ficha Técnica

Elenco:

Danna Basso - Lucía Baya Casal

Roxana Del Greco - Jorge Demarco

Gabriel Dopchiz - Santiago Figueroa

Pablo Flores Maini - María Marta Guitart

Ariel Levenberg - Rodrigo Pagano

Juan Manuel Romero - Leonardo Varela

Músicos:

Lucía Baya Casal - Jorge Demarco

Gabriel Dopchiz - Santiago Figueroa

Pablo Flores Maini - Rodrigo Pagano

Cantante:

Lucía Baya Casal

Iluminación:

Roberto Traferri

Diseño de escenografía:

Gastón Breyer

Realización de escenografía:

Ariel Levenberg - Cooperativa Tizas

Diseño de vestuario:

Nereida Bar - Verónica Segal

Realización de vestuario:

Patricio Delgado - Susana Hidalgo

Producción ejecutiva:

Pato Rébora

Asistencia de dirección:

Pablo Flores Maini

Director asistente:

Eduma Dabo

Dirección musical y música original:

Esteban Morgado

Dirección general:

Manuel Iedvabni

Ces Le Mhyte
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